Uno de los problemas de la comunicación humana es que una misma palabra puede significar diferentes cosas o generar distintas emociones. En función del contexto, una misma persona puede cambiar su percepción sobre una palabra. Pensemos en «abrazo», por ejemplo. Un gesto básico que, debido a la pandemia de la COVID-19, puede generar miedo o rechazo en situaciones en las que antes no las producía.

La palabra «sanar» es una de esas expresiones que nos lleva a percepciones muy distintas. Por eso es fundamental que desde Sanarta expliquemos qué significa para nosotros.

 

Carmen g. Hernández

Dra. en Comunicación

Podríamos pasar un buen rato hablando de la relación de los conceptos sanar o sanación en la cultura occidental, cómo son aceptados o rechazados. Una relación que no es fácil ni sencilla. Personalmente, lo que me interesa es el modo en el que un sector de las ciencias sociales, mi marco de trabajo, ha incorporado esos conceptos incluso a nivel investigador. Porque no basta con investigar lo mal que están las cosas y por qué. Hay que ir más allá. Hay que abordar el daño emocional que hemos sufrido y reparar el que hemos causado. Difícilmente podemos avanzar, seguir creciendo, si esas heridas emocionales siguen abiertas. Es por ello que como investigadora y docente, la sanación y la reparación se han convertido en premisas básicas de mi labor. Porque si no curamos esas heridas, corremos el riesgo de repetir los mismos errores, de atascarnos, de obsesionarnos, de decir que estamos cambiando pero no hacerlo realmente. La cuestión es cómo sanar. Alejandro Alder y yo ofrecemos un método que combina la psicología y la comunicación, que ofrece conocimiento y un espacio de reflexión. Nos acercamos al cuerpo, aprendemos a identificar nuestras heridas emocionales, qué las causa, cómo las ignoramos o empeoramos (con relaciones de dependencia, abuso, etc.) y cómo las podemos sanar. 

 

Alejandro alder

Psicólogo

Sanar es un proceso de atención interna, de comunicación interna con nuestras emociones. Un proceso que nos permite ver e identificar el malestar que podamos tener, seamos conscientes o no de él, y  así empezar a aplicar conductas más eficaces que nos ayuden a curar ese malestar. O dicho de otro modo, es un proceso en el que aprendemos a utilizar herramientas más eficaces para aplicar ese Betadine emocional que nos va a curar la herida que podamos tener en las entrañas, en nuestro interior, en la parte más profunda del ser. Dicha sanación tiene un efecto en el ser emocional, en el ser mental y en el ser físico.

 

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Carmen G. Hernández